Un nuevo estudio realizado conjuntamente por la Universidad de Tel Aviv y el hospital Ichilov encontró que vacunar a las madres que amamantan promueve la producción de anticuerpos importantes en la leche materna, lo que potencialmente contribuye a la protección de sus bebés lactantes.
La lactancia materna es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), si todos los niños fueran amamantados, cada año se evitarían cerca de 820.000 muertes de niños en el mundo.
Sin embargo hasta día de hoy existen pocos estudios en lo que a transmisión de anticuerpos en referencia al COVID-19 se refiere. Por ello este estudio genera bastante optimismo.
El estudio se realizó entre enero y febrero de 2021, poco después de que las vacunas llegaran a Israel, e incluyó a 10 madres lactantes. Las participantes recibieron dos inyecciones de la vacuna, con 21 días de diferencia, y se analizaron los niveles de anticuerpos tanto en la sangre como en la leche materna en cuatro momentos, después de la vacunación.
La investigación indica que la leche materna y la sangre están bien sincronizadas entre sí, en lo que respecta al aumento de los niveles de los anticuerpos específicos generados por la vacuna. Tanto en la leche materna como en la sangre, el aumento significativo se produce 14 días después de la primera inyección y continúa 7 días después de la segunda.
El estudio también encontró que los anticuerpos que se desarrollan en la leche materna tienen el potencial de neutralizar el virus. Pueden impedir que el virus se una a los receptores de las células huésped y son importantes para prevenir la enfermedad. Confirma de esta forma los hallazgos de otro estudio realizado en Estados Unidos.
El Dr. Yariv Wine de la Universidad de Tel Aviv ha declarado: “Los datos alentadores muestran que vacunar a las madres que amamantan promueve la producción de anticuerpos importantes en la leche materna, lo que potencialmente protege a sus bebés lactantes de la enfermedad”.
La importancia de la lactancia materna en la primera infancia se destaca por la fuerte correlación entre la lactancia materna y la abrumadora disminución de los riesgos de infección y la morbilidad y mortalidad asociados a la infección. La lactancia materna se ha asociado con una disminución en el número de casos de enfermedades respiratorias, un menor riesgo de hospitalización por enfermedades respiratorias y protección contra una amplia gama de infecciones que pueden colonizar el intestino. Casos notificados de pacientes con COVID-19 que experimentaron síntomas relacionados con el tubo digestivo y la detección de ARN viral en muestras de heces sugieren una posible ruta de transmisión fecal-oral.
En resumen, el estudio proporciona evidencia de la rápida producción de anticuerpos específicos de la vacuna, tanto IgA como IgG. Además, se observó capacidad neutralizante en todas las muestras. Este estudio también indica la protección potencial de los bebés amamantados mediante la administración de la vacuna BNT162b2 COVID-19 a la madre que amamanta.
BNT162b2 COVID-19 mRNA vaccine elicits a rapid and synchronized antibody response in blood and milk of breastfeeding women. Michal Rosenberg Friedman, Aya Kigel, Yael Bahar, Yariv Yogev, Yael Dror, Ronit Lubetzky, Ariel Many, Yariv Wine. medRxiv 2021.03.06.21252603; doi: https://doi.org/10.1101/2021.03.06.21252603